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Nueva visión de los derechos humanos en Marruecos: Enfoque triple P (Prevención, protección y promoción)

Estimados visitantes,

En primer lugar, me gustaría expresarles mis más sinceros deseos para el año 2019.

Este año, que empiezo como nueva presidenta del Consejo Nacional de Derechos Humanos (CNDH), lleno de desafíos, antiguos y nuevos, es también una oportunidad para renovar el compromiso de nuestro país en el campo de prevención, protección y promoción de nuestros derechos humanos; y la consolidación de nuestros logros y su extensión a categorías vulnerables de la sociedad, largamente ausentes de nuestras prioridades públicas.

Nuestra determinación de construir un Marruecos, Estado de derecho, debe ser inquebrantable y pragmático al mismo tiempo. Inquebrantable en la vía de respetar la supremacía de la ley y los principios y valores de los derechos humanos, tal como están consagrados en nuestra Constitución, verdadero contrato entre todos las ciudadanas y ciudadanos marroquíes, y en los tratados internacionales ratificados por el Reino. Y pragmático, en el sentido de que toda democracia verdadera es sobre todo una democracia institucional en la que la participación de los ciudadanos en el funcionamiento de las instituciones constituye la esencia del ejercicio de la soberanía popular.

El mandato ampliado del CNDH que le confiere la nueva ley que lo rige, atestigua la voluntad de nuestro país de consagrar los principios de justicia, dignidad y libertad, como principios fundamentales de nuestra sociedad; sociedad donde la tolerancia, la diversidad y la apertura a los demás distinguen su larga tradición.

Las directrices claras de Su Majestad el Rey Mohammed VI enfatizan la importancia de establecer mecanismos independientes para la prevención, protección y promoción de los derechos humanos, a saber, el Mecanismo Nacional para la Prevención de la Tortura, el Mecanismo Nacional de recurso para los niños víctimas de violaciones de sus derechos, y el mecanismo nacional para la protección de los derechos de las personas con discapacidad.

La independencia del CNDH sigue siendo, de hecho, la garantía esencial de la efectividad de su acción; y la condición sine qua non para una cooperación sana y eficiente con las demás instituciones del Reino, incluido el parlamento, el gobierno y el poder judicial. Además de la sociedad civil, reconocida en nuestra Constitución como un actor clave en nuestro sistema político; la universidad, cuyo papel es enriquecer el debate, la innovación y el intercambio de ideas, sin olvidar nuestra interacción con organizaciones internacionales con las que compartimos los principios y normas internacionales de los derechos humanos.

La apropiación y difusión de los valores universales de los derechos humanos representan una responsabilidad, individual y colectiva, que emana de las libertades de cada individuo. Por lo tanto, depende de todos participar en este proceso. Esta será la mejor defensa de los derechos humanos en nuestro país.

Amina Bouayach
Presidenta del Consejo nacional de derechos humanos